Palabra Sana - Julio 2019
Caminaré en libertad
Salmo 119.44–46 (NTV)
Seguiré obedeciendo tus enseñanzas por siempre y para siempre. Caminaré en libertad, porque me he dedicado a tus mandamientos. A los reyes les hablaré de tu ley, y no me avergonzaré.
El Salmista relacionó la obediencia a Dios con la libertad, y ahí encontramos la verdadera definición de la palabra libertad. Cuando Dios liberó al pueblo de Israel de Egipto no era para qué vivieran desordenadamente en el desierto sino para que estuvieran libres para servirle. En la obediencia a Dios disfrutamos de la verdadera libertad y el Salmista dijo que usara su libertad para testificar y no se avergonzara delante de los reyes, el sí entendió el propósito de la libertad.
Hoy en día existe un concepto popular de que ser libre consiste en “hacer lo que a uno le dé la gana, cuando a uno le dé la gana”, esto en realidad es libertinaje y es un precepto perverso de la libertad. Jesús dijo “si el Hijo los hace libres, ustedes son verdaderamente libres.” (Jn 8.36). Implica que hay una libertad falsa pero en realidad es esclavitud al pecado. “Les digo la verdad, todo el que comete pecado es esclavo del pecado.” (Jn 8.34)
Últimamente, el mundo habla de una libertad de hacer lo que les da la gana y “amar” a quien les dé la gana, quieren permiso de vivir en lujuria y entregarse a sus deseos carnales. Aunque la sociedad de la “libertad” de hacer cualquier perversidad, la realidad es que en el interior, el ser humano siempre estará esclavizado al pecado y solo el Hijo de Dios puede liberar del pecado y dar la verdadera libertad.
Sí el Hijo te ha liberado, muéstrale tu agradecimiento al caminar en obediencia y no te avergüences de hablar de Él delante de cualquier personal que necesita libertad también.
Pastor Jesse Colón
Hoy en día existe un concepto popular de que ser libre consiste en “hacer lo que a uno le dé la gana, cuando a uno le dé la gana”, esto en realidad es libertinaje y es un precepto perverso de la libertad. Jesús dijo “si el Hijo los hace libres, ustedes son verdaderamente libres.” (Jn 8.36). Implica que hay una libertad falsa pero en realidad es esclavitud al pecado. “Les digo la verdad, todo el que comete pecado es esclavo del pecado.” (Jn 8.34)
Últimamente, el mundo habla de una libertad de hacer lo que les da la gana y “amar” a quien les dé la gana, quieren permiso de vivir en lujuria y entregarse a sus deseos carnales. Aunque la sociedad de la “libertad” de hacer cualquier perversidad, la realidad es que en el interior, el ser humano siempre estará esclavizado al pecado y solo el Hijo de Dios puede liberar del pecado y dar la verdadera libertad.
Sí el Hijo te ha liberado, muéstrale tu agradecimiento al caminar en obediencia y no te avergüences de hablar de Él delante de cualquier personal que necesita libertad también.
Pastor Jesse Colón
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